El National Park de Yellowstone, situado en los territorios de Wyoming, Montana y Idaho ostenta el honor de ser el primer paraje con esta distinción, en concreto desde el 1 de marzo de 1872. Los visitantes iniciales que acogió tenían nada o poco que ver con el concepto que al transcurrir los años se iría imponiendo. El espíritu valiente, aventurero, indómito y desconocido generacionalmente dominaba al que supondría la comodidad del turismo y el entorno natural armónico. En este contexto y por descontado con una perspectiva actual es difícil concebir enfrentamientos con víctimas implicadas pero es lo que realmente sucedió. En el año 1877 y más en concreto entre el 20 de agosto y el 7 de septiembre se produjeron un número indeterminado de encuentros entre visitantes, exploradores y el soporte del ejército contrarrestando los ataques de un contingente de indios «Nez Percé». Tribu de las llanuras denominados así por los colonizadores franco canadienses al fijarse en sus adornos faciales. El mote hacía referencia a la nariz agujereada por diferentes tipos de abalorios. Procedentes de Idaho, inmersos en la llamada «Guerra de los Nez Percé» y liderados por «Chief Joseph» durante este intervalo de tiempo se movieron por diversos lugares de las praderas y riberas de los ríos del parque. Las hostilidades fueron de cierta intensidad con víctimas mortales por ambos bandos y finalizaron con la huida definitiva de los indios del territorio aunque poco después acabarían rindiéndose a las fuerzas del Coronel Miles cerca de la frontera con Canadá. Actualmente varios emplazamientos del parque rememoran los acontecimientos y se pueden seguir sus pasos dejando volar la imaginación y los recuerdos dado que el entorno no ha variado excesivamente desde aquellos no tan lejanos días.